11:26 eran 11:23 ahora 11:26.

Hoy mis acuarelas malograron mi trabajo,
No fueron las acuerlas quizas, quiza fueron los pinceles
o el hecho que casi nunca pinto con estas,
o que no le encuentro sentido a esa casa parecida a la que salía en las películas en medio del bosque.
Me sentí triste, para que negarlo, quería que salga hermosa,
a algunos le gusta pero yo la odio.
Para que negar algo obvio, me bajoneo algo.


En fin, yo no lloro y lo que diré no tiene que ver con mi pintura de hoy.
Pero tengo una presión, con ganas de soltarse aguantada, la de siempre, sólo que ahorita la siento.
Si en vez de agua usará lágrimas tendría más sentimiento esa casa que pinto?
Talvez, o talvez no cambie nada, y seguiré viendo esa casa con ganas de romperla.
Seré yo esa casa? No, no lo creo. O sí?
Creo que si, por qué? Esa casa ha estado en stand by, ahora le quiero mesclar lágrimas a la acuarela para sentirla.

No sé si mañana me odie, así como yo odio esa casa,
o si me quedrá así como quiero perfeccionar esa casa y como quiero esos pinceles.
así como yo deseo esa casa.
Por qué la presión? fácil por el miedo de volverme esa casa.
Soy una miedosa, soy una miedosa, pero no quiero ser así,
quiero sentir que soy esos pinceles para tú.
Quiero, te quiero, y bastante.
Y lo estoy escribiendo en blanco no en negro.
Y me gusta decirlo a las 11:23 pm., porque son las 11:23.


Vive nadando.